El tránsito de la Capital
es un caos inigualable, fenomenal
contribuyen con lo suyo y se cuentan por millones
complican todo los inefables peatones
Los jóvenes desafiantes
cruzan en rojo mirando de soslayo
y en la lid con los autos salen triunfantes
para no reputearlos mejor me cayo
Las viejitas cruzan sin mirar
dando por supuesto que el auto va a parar
por la esquina o por la mitad de la cuadra
se sienten protegidas por el ángel de la guarda
Los laburantes y cadetes de oficina
imponen su prioridad de paso en cada esquina
y vos que en el auto esperaste la luz verde estoicamente
ahora igual seguís detenido para que pase tanta gente
Además de los apurados están los distraídos
caminan como idos
algunos con audífonos o MP3
ellos boludean y vos te da el estrés
Están los impacientes en las paradas de los bondis
que se bajan de la vereda esperando como zombis
tratá de esquivarlos y avanzar
mientras no podes parar de putear
Las mamás con cochecitos
ponen temerarias por delante a su bebé
cuando cruzan despacito,
es de no creerlo si uno no lo ve
En las avenidas aguardando la señal
hordas de peatones se agrupan para cruzar
invadiendo de a poco la calzada
no me explico como no les pasa nada
Si querés ser cortes y darles prioridad
preparáte para tardar manejando una barbaridad
mejor dejá el coche en tu cochera, cerrá bien el portón
y pasá vos también a ser un despreocupado peatón
viernes, 8 de enero de 2010
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