Los colectiveros porteños
Viajar en un colectivo urbano
es todo un desafío para cada ser humano
puede usted esperar casi una hora
si por el tránsito hay demora
O vienen cuatro juntos a la distancia
no es para los choferes un asunto de importancia
corriendo para ver cual llega primero
que se joda el sufrido pasajero
Se detienen cuando quieren
si usted está sólo en la parada no se detienen
y cómo los reputean cuando siguen sin parar
cuando la maquinita de boletos dejó de funcionar
Siempre paran lejos del cordón
ni con viejos ni embarazadas tienen corazón
agárrese fuerte cuando arrancan de un tirón
o tendrá en la cabeza un gran chichón
Es probable que el ganado
viaje en sus camiones mejor tratado
aceleran, frenan, doblan bruscamente
se olvidan que adentro viaja gente
Cuando suben vendedores ambulantes
se quedan nomás campantes
los demás deben bancarse
el pregón y el magueo hasta cansarse
Ni que hablar cuando sube un carterista
el chofer ya lo tiene en vista
pero se hace el distraído
cuando usted podría haber sido advertido
Si le pide que lo ayude a llegar a su destino
no espere que sea cortés, que sea fino
a lo sumo le dirá que al llegar
debidamente se lo haga recordar
Si está algo mareado o no tomó Dramamine
es mejor que en colectivo no se anime
lo va llevando como chicharra de un ala
parece que está subido al tren bala
Es mejor no infartarse o viajar rezando
ya que si mira por la ventanilla
como les pasa a los autos cagando
parece que los hará papilla
Cruzan con luz amarilla o con roja
respetan el semáforo cuando se les antoja
si hay un límite de velocidad
es para ellos una novedad
La polución sonora y ambiental
que generan todos los bondis es descomunal
junto con los remises y los autos de alquiler
contribuyen al caos que nos hace enloquecer
viernes, 8 de enero de 2010
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