lunes, 1 de febrero de 2010

Por qué escribo

Por qué escribo


Cuando me dispongo a escribir
me invade una emoción profunda
el alma y mi mente se inundan
de una sensación muy difícil de describir

Como al borde de irrumpir en llanto
me motivo y me da un enorme placer
tener este privilegio, como por un encanto,
esta gratificación que aún no creo merecer

Por cierto me produce cierta ansiedad
la infinita lista de temas a redactar
los desvelos, los ideales y las dudas de la humanidad
sería mucha soberbia pretenderlos abarcar

Puedo escribir sobre la vida y la muerte
el amor, la alegría y otras emociones
no sé si lo hago mal o lo hago bien, más tengo la suerte
de hacerlo sin buscar dentro de mí explicaciones

Surgen temas simples o complejos
temas sutiles, o fuertes , o cotidianos
las palabras son como infinitos trebejos
que permiten expresarse a todo ser humano

Las palabras son una bastedad de matices
que quisieran poder disponer en su paleta los pintores
o envidiarían, como materiales, tener a mano los escultores
en cambio los que podemos escribir somos más felices

Poder ver la obra terminada de un cuadro o de una escultura
requiere cierto tiempo para el artista dedicado
mas cuando escribes puedes compartir la lectura
y de inmediato se puede juzgar el resultado

Cuando escribo las palabras fluyen a raudales
son como arroyos y ríos colosales
me permiten expresar todas ellas
ideas e imágenes personales, algunas tal vez bellas

Disfruto también mucho cuando surge la inspiración
en cualquier momento, de modo inesperado
no creo para escribir estar especialmente dotado
es más la Ingeniería Industrial es mi profesión


Disfruto cuando escribo sobre la vida cotidiana
sobre mis amigos, la pesca, mi nieto, mis hijas y mi amada Diana
disfruto finalmente cuando lo comparto
y nadie me dice, hasta ahora, que lo tengo harto

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